Radio Cooperativa le contestó a Fernando Bravo

Bravo, Fernando

La posibilidad de un nuevo marco regulatorio en materia de medios de comunicación comenzó a generar las respuestas esperadas. La posibilidad de revisar la legalidad de los monopolios hace que el “star system”, ese que paga salarios extraordinarios a las figuras y pauperiza a técnicos, productores, pasantes y otros trabajadores de nuestro campo, corra peligro de extinción. Los beneficiados con el privilegio legal de la última dictadura podrían perder parte del negocio, y desde ese temor comienzan a perder la compostura.

Desestructurando su tan mentada objetividad, sus verdaderas identidades, opiniones e ideas merodean la superficie. Ideologías que nunca dejaron de tener, pero que la normalidad instaurada por decreto militar les permitió esconder en redes simbólicas. Durante mucho más de veinticinco años han hecho pasar por interés general sus propias preocupaciones, todo bajo el manto de la objetividad.

Para muestra del desboque que se viene, tan sólo un botón. Y un agravio que como productor general de este grupo de trabajo que es Radio Cooperativa no puedo dejar pasar sin contestación.

En su programa del 27 de agosto, justo el mismo en el que el gobierno de Cristina Fernández envió su proyecto de Ley de Servicios Audiovisuales al Congreso de la Nación, el conductor de Radio Continental Fernando Bravo explicó cuál es, a su criterio, la diferencia entre tener una radio y tener audiencia, y para ello utilizó a un programa de nuestra emisora como recurso pedagógico.

“Como lo he dicho una y otra vez: una cosa es tener una radio, y otra cosa es tener audiencia; es un asunto absolutamente diferente. Una cosa es tener una radio, una antena para salir al aire y otra cosa es tener un discurso lo suficientemente atractivo como para que te escuchen. Fijate vos que hoy, entre las movilizaciones que hubo en la Plaza de Mayo, había una radio en un punto del dial haciendo un programa en vivo que se llama 7.0, donde tiene como columnista a Luis Delía. ¿Alguien escucha a Delía? Yo creo que ni un primo lo debe escuchar a Delía. Entonces, una cosa es tener una radio y otra cosa es tener audiencia”.

Antes que nada, ningún trabajador de Radio Cooperativa está dispuesto a tolerar que se descalifique su trabajo. Día a día, llevamos adelante nuestras tareas con total dignidad, siempre tratando de construir desde otros paradigmas una comunicación social más atenta al interés común que al de cualquier grupo empresario. Nuestros esfuerzos cotidianos carecen de los beneficios e infraestructura que los medios hegemónicos detentan desde su privilegio, que puede ser legal, pero cuya legitimidad comenzó a ser cuestionada por la ciudadanía.

En segundo término, la enorme cantidad de ciudadanos que eligen Radio Cooperativa para entretenerse, informarse, formarse o acompañarse, tampoco merece que se le descalifique en su elección. Los vínculos que hemos construido con nuestra audiencia superan lo familiar, porque representan una elección que se refrenda en cada esfuerzo de producción que sale al aire. Y quisiera recordar (sólo al pasar, porque no es este el eje de discusión) que además de Luis Delía trabajan, o lo han hecho en nuestra emisora, Betty Elizalde, Osvaldo Quiroga, Jorge Bocacci, Roberto González Rivero, Liliana López Foresi, Luis Calí, Miguel Dalesio, Guillermo Nimo, Claudio Orellano y tantos otros profesionales a quienes no les faltan audiencia ni discursos atractivos. Habiendo chequeado mejor la información, tal vez nos hubiéramos ahorrado estas líneas y el disgusto.

Por otro lado, esta afirmación que en principio parece muy sencilla, merece un poco más de profundidad para sortear su aparente simplicidad. Por ejemplo decir que esa audiencia de la que Fernando Bravo hace gala, fue consolidada, no sin mérito por parte del extraordinario conductor, bajo un marco jurídico que permite el juego a un limitado número y calidad de actores, y que toda otra construcción comunicacional ha sido estigmatizada en el tiempo como desviación de la norma. O sea, como anormal.

Coincidimos con Eduardo Aliverti cuando en la apertura de un Congreso Mundial de Comunicación afirmara que la alternatividad no se construye con amateurismo. Nuestra opción es por el desempeño profesional y esa es la base de nuestra construcción. Pero comprendamos que la libertad del libre mercado es de catálogo, y que en la radiodifusión, la ciudadanía elige entre un abanico limitado y siempre corto de opciones señaladas como válidas por un marco jurídico que, en nuestro país, ha sido instaurado por lo más nefasto de nuestra historia. Nunca los monopolios empresariales que defienden tan fervorosamente la libertad de prensa han levantado su voz por esta aberración que restringe el Derecho a la Comunicación de las personas. Y que aún hoy, hasta aquí, sigue vigente.

Pablo Caruso
Productor General
Radio Cooperativa Argentina


Fernando Bravo: "Nadie escucha 7 punto cero" by fcandeias

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